viernes, 18 de noviembre de 2011

Hace tiempo ya que se acabó la magia




Era la caja más bonita de todas. Transparente, brillante, con todos los colores del arco iris y todas las notas de una música hecha para ser disfrutada. Se había llenado muy deprisa y eran tantas las cosas maravillosas que contenía que saltaban solas al exterior sin necesidad de abrir del todo la tapa. No había tiempo para abrirla, porque todo el tiempo se ocupaba en vivirla. No sabe cuanto hace que se acabó su magia. 


Hoy, en el silencio de la noche, destapa la caja despacito e intenta hacer a un lado el polvo y la desidia que se han acomodado sobre tantos tesoros. Busca cuándo fue el momento en que la música dejo de sonar y los ruidos empezaron a acomodarse en sus esquinas para poco a poco ocupar todos los huecos. Y revolviendo busca de nuevo sensaciones perdidas… 



…La magia de dos manos unidas alimentando la alegría, en todo momento ajenas a los estragos que el paso del tiempo podía causar. Una rosa… no, muchas rosas-porque-si y que ahora duermen guardadas entre las páginas de los libros que juntos disfrutaron. Una frase escrita en esos libros que también ahora hay que leer muchas veces para evocar los momentos que las pudieron inspirar. Kilómetros llenos de música. Una imagen, al final de un largo pasillo, muy largo, que hacia dar un salto al corazón: ¡por allí viene! El mar en la noche vistiendo sus cuerpos iluminados por la luna. El sonido de las olas al fondo del acantilado. El viento azotando las lonas en el claro del bosque mientras cada uno era el refugio del otro en el frió de otra noche. El aprender cada día a disfrutar del placer regalado. Una canción susurrada al oído: “Soy feliz, soy un hombre feliz..! Largos momentos de miradas. Risas cómplices en una terraza de verano. Planear un viaje para mañana y hacer las maletas corriendo. Fotos, fotos, fotos. La ilusión de sorprender con el regalo más inesperado… 



¿Cuándo dejo de llenarse de magia? ¿En que momento esta caja, que era la caja de dos, empezó a no interesarle? No encuentra dentro nada que le de una pista. !Y esta tan llena de ruidos inútiles ! Es tarde y el sueño no ayuda. Mejor cerrarla para que no duela. 


Era la caja más bonita de todas. Ahora es muy grande, pesa mucho. Está siempre ahí y casi todos los días hay que moverla para poder abrir otras cajas con las que aun es capaz de disfrutar. Porque sigue viva y hay muchas mas cajas para abrir otras noches de insomnio. 

Pdpz
12 de Enero de 2010.


"Escribimos como somos. Somos como vivimos. Vivimos como sentimos. Escribe lo que sientas y no sientas por lo que escribas"

4 comentarios:

  1. Moraleja: Cuida aquellas cajas que consideres preciadas. Ábrelas a menudo, ordénalas, límpiales el polvo para que siempre brillen y preocúpate de seguir guardando tesoros en ellas de manera consciente.......el tiempo destroza lentamente lo que no cuidamos y cuando nos queremos dar cuenta...ya no tienen posibilidad de restauración.

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  2. Muy bonito, te leo, ya lo ves. Lo bueno de las cajas de este tipo, de las pequeñas cajas de música que aveces dejan de sonar, es que siempre se le puede dar cuerda, para volver a escuchar la melodía, aunque sea para escuchar los buenos recuerdos, porque alomejor el sonido retardado de la música por el paso del tiempo no es el mismo,pero tu cabeza debe recordar el que escuchabas antes, no el que ha dejado el traicionero tiempo.
    xx

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