sábado, 26 de noviembre de 2011

Gestos


Sentada frente a ti
muda, en silencio.
Te oigo y te escucho.
Te miro y te contemplo,
te siento.
Desgrano los mensajes que transmiten
tus ojos y tus gestos, que 
van mucho mas allá de las palabras,
que nunca dicen
aquello que le ordenan tus deseos.



Mientras, recojo mi pelo
con un nudo amigo,
un lápiz,
un gesto.
Retuerzo la melena en un abrazo,
que sujeto hábil.
Años de experiencia
regalan respiros a mi cuello.
Y lo miras, lo comes,
lo recorres

también en la distancia


y en silencio.


Persigo el movimiento de tus ojos
"Solo quiero amistad"
-miras mis pechos-
Acaricias con ellos lo intuido,
mientras sigues hablando,
desdiciendo.

Hace mucho calor,
tomo mi copa.
Miras entonces mis manos
abrazando el hielo.
Te duermes en mis labios que se mojan.
Los haces tuyos, solo por un momento.
Y los besas de lejos,
y los muerdes,
y me dejas amor,
dulce silencio.





Pdpz


Imágenes Egon Schiele. 



"Escribimos como somos. Somos como vivimos. Vivimos como sentimos. Escribe lo que sientas y no sientas por lo que escribas"

1 comentario:

  1. ¡Precioso poema, lástima no ser su destinatario!...

    Aquí te dejo otro tan hermoso como el tuyo,este de Benedetti...bello poema para una triste despedida...


    LA CULPA ES DE UNO

    Quizá fue una hecatombe de esperanzas
    un derrumbe de algún modo previsto
    ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido

    todas mis intuiciones se asomaron
    para verme sufrir
    y por cierto que me vieron

    hasta aquí había hecho y rehecho
    mis trayectos contigo
    hasta aquí había apostado
    a inventar la verdad
    pero vos encontraste la manera
    una manera tierna
    y a la vez implacable
    de desahuciar mi amor

    con solo un pronóstico lo quitaste
    de los suburbios de tu vida posible
    lo envolviste en nostalgias
    lo cargaste por cuadras y cuadras
    y despacito
    sin que el aire nocturno lo advirtiera
    ahí nomás lo dejaste
    a solas con su suerte
    que no es mucha
    creo que tenés razón
    la culpa es de uno cuando no enamora
    y no de los pretextos
    ni del tiempo
    hace mucho muchísimo
    que yo no me enfrentaba
    como anoche al espejo
    y fue implacable como vos
    más no fue tierno
    ahora estoy solo
    francamente
    solo
    siempre cuesta un poquito
    empezar a sentirse desgraciado

    antes de regresar
    a mis lóbregos cuarteles de invierno

    con los ojos bien secos
    por si acaso

    miro como te vas adentrando en la niebla
    y empiezo a recordarte.

    J.

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