Sentada frente a ti
muda, en silencio.
Te oigo y te escucho.
Te miro y te contemplo,
te siento.
Desgrano los mensajes que transmiten
tus ojos y tus gestos, que
van mucho mas allá de las palabras,
que nunca dicen
aquello que le ordenan tus deseos.
con un nudo amigo,
un lápiz,
un gesto.
Retuerzo la melena en un abrazo,
que sujeto hábil.
Años de experiencia
regalan respiros a mi cuello.
Y lo miras, lo comes,
lo recorres
"Solo quiero amistad"
-miras mis pechos-
Acaricias con ellos lo intuido,
mientras sigues hablando,
desdiciendo.
Hace mucho calor,
tomo mi copa.
Miras entonces mis manos
abrazando el hielo.
Te duermes en mis labios que se mojan.
Los haces tuyos, solo por un momento.
Y los besas de lejos,
y los muerdes,
y me dejas amor,
dulce silencio.
Pdpz
Imágenes Egon Schiele.
"Escribimos como somos. Somos como vivimos. Vivimos como sentimos. Escribe lo que sientas y no sientas por lo que escribas"
¡Precioso poema, lástima no ser su destinatario!...
ResponderEliminarAquí te dejo otro tan hermoso como el tuyo,este de Benedetti...bello poema para una triste despedida...
LA CULPA ES DE UNO
Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto
ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido
todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto que me vieron
hasta aquí había hecho y rehecho
mis trayectos contigo
hasta aquí había apostado
a inventar la verdad
pero vos encontraste la manera
una manera tierna
y a la vez implacable
de desahuciar mi amor
con solo un pronóstico lo quitaste
de los suburbios de tu vida posible
lo envolviste en nostalgias
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahí nomás lo dejaste
a solas con su suerte
que no es mucha
creo que tenés razón
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos
ni del tiempo
hace mucho muchísimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
más no fue tierno
ahora estoy solo
francamente
solo
siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado
antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno
con los ojos bien secos
por si acaso
miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.
J.