viernes, 25 de noviembre de 2011

Mujer irredenta








Hay quienes piensan
que he celebrado en exceso
los misterios del cuerpo
la piel y su aroma de fruta.

¡Calla, mujer! –me ordenan–
No nos aburras más con tu lujuria
Vete a la habitación
Desnúdate
Haz lo que quieras
Pero calla
No lo pregones a los cuatro vientos.





Una mujer es frágil, leve, maternal;
en sus ojos los velos del pudor
la erigen en eterna vestal de todas las virtudes.
Una mujer que goza es un mar agitado
donde sólo es posible el naufragio.

Cállate. No hables más de vientres y humedades.
Era quizás aceptable que lo hicieras en la juventud.
Después de todo, en esa época, siempre hay lugar para el desenfreno.
Pero ahora, cállate.

Ya pronto tendrás nietos. Ya no te sientan las pasiones.
No bien pierde la carne su solidez
debes doblar el alma
ir a la Iglesia
tejer escarpines
y apagar la mirada con el forzado decoro de la menopausia.


...Me instalo hoy a escribir
para los Sumos Sacerdotes de la decencia

para los que, agotados los sucesivos argumentos,
nos recetan a las mujeres la vejez prematura
la solitaria tristeza
el espanto precoz a las arrugas.
¡Ah! Señores; no saben ustedes
cuánta delicia esconden los cuerpos otoñales

cuánta humedad, cuánto humus
cuánto fulgor de oro oculta el follaje del bosque
donde la tierra fértil
se ha nutrido de tiempo.

Gioconda Belli

(Managua, Nicaragua, 9 de Diciembre de 1948)





"Escribimos como somos. Somos como vivimos. Vivimos como sentimos. Escribe lo que sientas y no sientas por lo que escribas"

3 comentarios:

  1. .......cuánto fulgor de oro oculta el follaje del bosque donde la tierra fértil se ha nutrido de tiempo.

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  2. Hay Pilar... que me has echo suspirar...
    que bella poesía... quiero un poeta que me la susurre al oído...

    Laura de Neuquen

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