A ratos nos quedamos los dos solos,
él y yo
solos.
El espacio no es grande
pero está lejos.
Se que me mira
y sufre.
Busca manos
que le acaricien
dulcemente.
Tiene frio.
Ya no vibra su alma
y está solo.
Tiene razón,
me duele .
Si cierro los ojos fuerte,
fuerte,
ya no llora.
Le escucho en la memoria
suena dulce, ríe alegre,
cadencioso, lejano,
y me llama.
Y me tienta
y me acerco
y le miro.
Recorro la madera
con sus vetas.
Abro despacio y veo
la cara
que me busca.
Y me tiemblan los dedos
cuando mis yemas acarician
su sonrisa.
Pero no se darle más,
solo puedo arrancarle algún triste lamento.
Este "piano solo" un día sonó en otro salón. Es un Bechstein de preciosa madera. Una joya.
Su dueña, Remedios de la Peña, era mi tía abuela. Yo fui su primera "nieta". Mil veces me repitió que, puesto que tenía una abuela lista y una abuela guapa, ella quería ser mi abuela loca. Mi abuela "tantarantán". Para una enana como yo era difícil la palabra, entre nosotros siempre fue la "Tatán" y yo para ella siempre fui "Kotufa" -le gustaba poner nombres especiales a todo el mundo- Con ella empecé a conocer esos signos raros que se dibujaban sobre cinco lineas. A los 6 años fue mi primera profesora de solfeo en el Real Conservatorio de Madrid.
Del alma de este piano salieron fantásticas obras de Joaquín Turina, su maestro. En 1944, Turina le dedica a Remedios el primer número, "En el hall del hotel", de los cuatro que componen su obra para piano "Poema Fantástico" (Op. 98)A mi "piano solo" le regalaron caricias Alicia de la Rocha y Miguel Zanetti, sus amigos y alegre acompañó las dulces voces de otras amigas: Ana Higueras y Victoria de los Ángeles.
Ahora vive conmigo, un poco triste y un poco solo. Pero estoy segura de que un día volverá a sonar como se merece.
Pdpz
"Escribimos como somos. Somos como vivimos. Vivimos como sentimos. Escribe lo que sientas y no sientas por lo que escribas"
Sencillamente, espectacular todo.
ResponderEliminarGracias Africana :)) La vida misma es así de espectacular a veces !!
EliminarCreo que lo tienes claro, si te llama no puedes dejar de escuchar su voz, ves y complácelo, roza sus teclas y recuerda en él a tu tiabuela Tatán.
ResponderEliminarNo te imaginas la impotencia de no poder hacer que suene como se merece !
EliminarSacaste su música con tu poema... me ha gustado Pilar
ResponderEliminarEl tocó en mi las notas necesarias para que sonara. Gracias Suso.
EliminarMe ha encantado, un poema a la altura de un piano con mucha historia.
ResponderEliminarHas llegado hasta este post !!...verás que hay de todo. Escribir es una manera de acariciar o sosegar lo que una lleva en el alma ;-)
ResponderEliminarEfectivamente este piano -que sigue sonando poco por que entre mis "artes" no está el tocar el piano- es una joya por él mismo y por su historia.
Un honor que me leas Urko.
Un beso