viernes, 22 de marzo de 2013

La Construcción De Un Sueño



  Siempre hay tiempo para un sueño.

Siempre es tiempo de dejarse llevar por una pasión
que nos arrastre hacia el deseo.
Siempre es posible encontrar
la fuerza necesaria para alzar el vuelo
y dirigirse hacia lo alto.
Y es allí, y solo allí, en la altura,
donde podemos desplegar nuestras alas
en toda su extensión.
Solo allí, en lo más alto de nosotros mismos,
en lo más profundo de nuestras inquietudes,
podremos separar los brazos, y volar.

Dulce Chacón



Quiso volar igual que las gaviotas, 
libre en el aire, por el aire libre 
y los demás dijeron, ""¡pobre idiota, 
no sabe que volar es imposible!""


Mas él alzó sus sueños hacia el cielo 
y poco a poco, fue ganando altura
y los demás, quedaron en el suelo
guardando la cordura.


Y construyó, castillos en aire
a pleno sol, con nubes de algodón, 
en un lugar, adonde nunca nadie 
pudo llegar usando la razón.
Y construyó ventanas fabulosas,
llenas de luz, de magia y de color 

y convocó al duende de las cosas 
que tiene mucho que ver con el amor.
En los demás, al verlo tan dichoso,
cundió la alarma, se dictaron normas, 
""No vaya a ser que fuera contagioso..."" 
tratar de ser feliz de aquella forma. 

La conclusión, es clara y contundente, 
lo condenaron por su chifladura 
a convivir de nuevo con la gente, 
vestido de cordura. 
"Escribimos como somos. Somos como vivimos. Vivimos como sentimos. Escribe lo que sientas y no sientas por lo que escribas"

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